Bajo el título “10 Formas de Meditación” tuvo lugar en Madrid, en la Escuela Wu Chi la conferencia
que el viernes día 8 de noviembre impartió José Sánchez, director de la
Escuela.
Si
bien la conferencia era el preludio
del curso “El viaje
del tambor”, la temática se centró en su titulo, se explicó y mostró
punto por punto 10 formas diferentes en las que iniciamos la búsqueda de una
unidad mejor desde cierto estado de conciencia, acentuando que esa
búsqueda se puede realizar mediante métodos dispares o diversos.
Y
aunque es difícil pese a las limitaciones hacer un resumen de todo, intentaré elaborar
una síntesis y aportar algunas reflexiones sobre el tema desde mi perspectiva.
-Meditación, como contemplación,
serenidad, relajación…desde la búsqueda de
visión a la búsqueda de un estado de
conciencia diferente.
-Meditación a través
del fuego, como origen del universo, de
la cultura. Otra hipótesis también como luz, claridad, guía.
-Como fusión y relación
con la naturaleza y a través de la relajación, del sentir, del silencio.
-Con los sueños como
forma de aprendizaje para crecer.
- Con la respiración en
sus muchas vertientes, agitada o jadeante como modo de reflotar el contenido de
la conciencia, la tradicional, cada vez más profunda, como puerta del
inconsciente.
- Desde la oscuridad
como modo de aislamiento sensorial.
- A través del canto,
como improvisación del que surgen experiencias. El canto ligado al lenguaje
animal primitivo o lenguaje primitivo original que trata de una búsqueda de una
dimensión de si mismo insospechada.
-En las plantas, como
medicina, como el peyote o la seta de los cuentos.
- Con el tambor, como
vehículo para el conocimiento y el viaje
a sí mismo, 180 percusiones por minuto, que nos ayuda a producir más ondas
alpha y beta y que a través de la relajación posibilita un cambio cerebral.
-Desde
la postura, sin luchas por encontrar la postura imaginaria perfecta, sin juegos de la mente.
Y fue desde la postura sentada cuando
el domingo comenzamos el curso, meditación con los “aliados”…verticalidad,
relajación, respiración, quietud, atención, aliados que me sirvieron de gran apoyo
con la guía y conocimiento de Jose, quien
me hizo sentir la importancia de integrar cada uno de ellos e ir trazando un desarrollo personal y de transformación.
Para
proseguir con la postura tumbada con diversos ejercicios de contracción
muscular sin movimiento y relajación, a ritmo del tambor y el cuenco. Una forma
intensa de profundizar en la evolución de conciencia y sobre los procesos que
la acompañan.
Y
entre intercambios de compartir y de silencios, “el viaje del tambor”, que daba
nombre al curso, una maravillosa y mágica experiencia de toma de conciencia, intuitiva
y sutil, tambores y canto como vehículo de comunicación entre los mundos, un
viaje hacia el despertar en respuesta a mi pregunta, una fuente de fuerza
interna y una excelente forma de evocar al espíritu.
Desde
aquí quiero mostrar mi agradecimiento a José Sánchez por su ayuda y guía. Por hacerme
participe de esa maravillosa herramienta de auto conocimiento.
Todos
juntos, en diferentes viajes pero por un único Camino.
María
José Gala.
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